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domingo, 26 de junio de 2011

Muerto y caminando

Cuervo blanco
De volar extravagante
Planeas incesante
Sin aletear ni moverte

No me llames, ni me pienses
Deje de existir desde anoche
Cuando entre sueños
Te me llevaste esta poesía mía

Creo saber lo que quieres
Y creo saber por lo que no
Puedo saber cuanto lo haces
Y porque no

Ese graznar en la ventana
De mis sueños lamentables
De esta pesadilla diurna
Protagonista incansable

Forma parte del paraíso
Atormentando a este hombre
Que bajo del infierno
Y subió a tu mente

Bajo tierra sepultado
Fuiste sepultadora
Cuervo blanco adornado
Ya estoy acostado, ataúd de tristeza