Cuervo blanco
De volar extravagante
Planeas incesante
Sin aletear ni moverte
No me llames, ni me pienses
Deje de existir desde anoche
Cuando entre sueños
Te me llevaste esta poesía mía
Creo saber lo que quieres
Y creo saber por lo que no
Puedo saber cuanto lo haces
Y porque no
Ese graznar en la ventana
De mis sueños lamentables
De esta pesadilla diurna
Protagonista incansable
Forma parte del paraíso
Atormentando a este hombre
Que bajo del infierno
Y subió a tu mente
Bajo tierra sepultado
Fuiste sepultadora
Cuervo blanco adornado
Ya estoy acostado, ataúd de tristeza