Dueña de mi ayer
Te quise como no puedo
Cuervo de felicidad
Que apocaste la luna
Centro de tristura
Resguardo de mentiras
Pienso en este rincón
Donde las dudas se aclaran
Como pude ser tan ciego
Tan sordo, tan idiota
Como pude ser
Y seguir siendo
Sobre una rima pálida
Siento la adrenalina
De la caída libre
Siento la tristeza
De no volver a subir
Quizás ya ni sienta
Estando muerto
Me río de los vivos
Anhelando volver a vivir
Creyendo respirar
Cuando ni puedo
Ni quiero exhalar
Nadando en una lagrima
Sumergida en alcohol
Me olvido de tu existencia
Y de la otra cara del sol
Maldita vida que me fuiste
Concedida sin permiso
Ver la vida color rosa
Nunca fue mi forma de verla
Pero tan oscura te me presentas
Que no se, si quiero ver mas
Apúrate luz divina
Ahuyenta esta obscuridad
Vivir sin aquellas alas
Reír sin sentirlo
Llorar por obligación
Trabajar por necesidad
Olvidarte porque es
No recordarte porque no fue
