Buscar este blog

sábado, 9 de julio de 2011

A la dama del lenguaje

Pedagoga de almas
Profesora de semillas
Entrenadora de elite
Sutil dirigenta de la lengua

Vuestro pelo se asemeja
A la personalidad más soberbia
De un rayo furioso
Entre nubes rojas

Pues es tu risa espontánea
La más sincera que se escuche
En territorio de hipócritas
Que nada saben de cordura

Difícil debió ser su vida
Pues quien no la ha tenido
Aun así se mantiene
Recia a la veracidad

Admirable respeto por la palabra
Muestran vuestros actos
Para con los nuestros
Que suelen ser deshonestos

De cuantificar cualidades
No soy apto, pues
Solo observo siluetas oscuras;
Rasgos de mujer

Si de la divina comedia
Fuese yo escritor autor
No dude que en el paraíso
Seguiría siendo Ud. mi tutor

Sin rencor vi su tinta roja
Escrita en papel eterno
Que quizás olvide el tiempo
aunque a ud. nosotros no, eso seguro

Sin agradecer no puedo despedirme
Pues te debo más de mucho
Y sin palabras agradezco,
Lo que un gracias difícil

Me despido de vos, dama
Le digo adiós, en silencio
Sé, que le darás sonido
A este adiós agradecido


(Marianela Rojas Ayala)