Pedagoga de almas
Profesora de semillas
Entrenadora de elite
Sutil dirigenta de la lengua
Vuestro pelo se asemeja
A la personalidad más soberbia
De un rayo furioso
Entre nubes rojas
Pues es tu risa espontánea
La más sincera que se escuche
En territorio de hipócritas
Que nada saben de cordura
Difícil debió ser su vida
Pues quien no la ha tenido
Aun así se mantiene
Recia a la veracidad
Admirable respeto por la palabra
Muestran vuestros actos
Para con los nuestros
Que suelen ser deshonestos
De cuantificar cualidades
No soy apto, pues
Solo observo siluetas oscuras;
Rasgos de mujer
Si de la divina comedia
Fuese yo escritor autor
No dude que en el paraíso
Seguiría siendo Ud. mi tutor
Sin rencor vi su tinta roja
Escrita en papel eterno
Que quizás olvide el tiempo
aunque a ud. nosotros no, eso seguro
Sin agradecer no puedo despedirme
Pues te debo más de mucho
Y sin palabras agradezco,
Lo que un gracias difícil
Me despido de vos, dama
Le digo adiós, en silencio
Sé, que le darás sonido
A este adiós agradecido
(Marianela Rojas Ayala)
(Marianela Rojas Ayala)