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martes, 24 de abril de 2012

Mujer de la huida

Ser tu  tiempo;
en un sueño leerte
mientras lees un canto
de tiernos versos
que te renombran
y tu no sabes; no sabes

Con este saludo guardado
esperando un guiño, 
de tu pelo modelo
rasguñar tus miradas
mientras pienso tu vida
como la mía propia

Escribo en un árbol
las letras de tu nombre
siempre frio y seco
la corteza de mi lapiz
que sobrado de tinta
ama escribirte siempre

Sin escusas ni piedad
pude mil veces verte
sin ser visto
y quedarme dibujando
tus pasos en letras
que con eco se alejan raudos
como escapando

cómo saber si eres
o nunca fuiste
lo que escribí
fuiste lo que quise que fueras
sin saber si existías
ni que tu supieses
que yo existía

te perseguiré en sueños
te buscare en la oscuridad
mientras brilla tu sonrisa
que se aleja, se desdibuja
de mis bosquejos
que se borran
se terminan