veo aquel romance de ayer
que se consumió como la vela
y se apago en la mañana
Junto a cada parpadeo
siento el calor de la sombra
en la oscuridad, en la penumbra
sumido en la piel de otro ser
Desfigurando mi sonrisa
reconociendo el mismo placer
que saboree esta tarde como ayer
sin saberte, sin conocerte
Un suspiro acompañado que
se acercaba a un bostezo
largo, casi como un beso
para a caer a tu lado
Ambos recordando, tales recientes
invocando, al amor en cualquier lado
que se esconde en cualquier sitio
como muchos se han preguntado
Sombra arrítmica a contra luz
besos ortodoxos y escrupulosos
dos serpientes en la rama
de un árbol exagerado
Tan pronto termina la magia
cae la noche, así el presente
con el recuerdo de ayer
resiente, como una pesadilla consiente
Luz de vida en las tinieblas
que despierta el alma en llanto
susurrando lo pasado